Antes de leer sobre tu cosmovisión (visión del mundo), toma en cuenta que esta descripción se basa en generalizaciones de una realidad compleja. Estas cosmovisiones pueden entenderse mejor como arquetipos o tipos ideales: modelos de patrones o estructuras recurrentes.
Tales modelos no pueden decirte con exactitud cuál es tu forma particular de percibir el mundo, pero sí pueden orientarte y presentarte una forma de pensar; un marco de significado desde el que puedes operar, aún si no has pensado mucho al respecto.
Por lo tanto, estas descripciones pueden ayudarnos a reflexionar acerca de nuestra forma de ver la vida, la naturaleza, a nuestros semejantes y a nosotros mismos. Pueden ayudarnos a explorar por qué pensamos de la manera en que pensamos. Finalmente, saber más sobre las cosmovisiones de otras personas también nos ayuda a comprender mejor a quienes piensan de manera diferente.
Cosmovisiones modernas
Las personas con cosmovisiones modernas enfatizan la racionalidad y la ciencia y cuestionan las visiones impuestas por las tradiciones (religiosas) y el pasado. A menudo son asertivas y cuestionan lo que ven como “pensamiento de grupo” o dogma. El filósofo Immanuel Kant declaró la frase en latín “sapere aude!” (en español, “¡atrévete a pensar!”) como lema de la Ilustración. Con esto resaltó la necesidad de usar la razón para liberarse de las supersticiones y convenciones del pasado.
Esta cosmovisión puede entenderse como una respuesta a las limitaciones impuestas por las condiciones de vida más tradicionales, entre ellas la lealtad, a veces compulsiva y opresiva, al grupo. Eleva al individuo al enfatizar su dignidad inherente y ofrece nuevos ideales de democracia, igualdad, derechos humanos y libertad. Hay una sensación de optimismo, una orientación hacia el futuro y la creencia en el “progreso” (la cual ganó fuerza gracias a los impresionantes éxitos de las “ciencias modernas”). Una de las mayores fortalezas de esta cosmovisión es su compromiso con la autonomía individual, la racionalidad y la objetividad.
Conocimiento
En su búsqueda de la verdad, los modernos enfatizan la ciencia, la racionalidad y la lógica. Creen en el método científico (es decir, la medición y el experimento empíricos) y suelen confiar en las autoridades seculares. Una creencia central de esta cosmovisión es que los humanos pueden investigar el mundo de manera objetiva y que, con el tiempo, podrán explicar todos sus “misterios”. La visión moderna del conocimiento a menudo se describe como cientificista y reduccionista, ya que tiende a negar y calificar de inexistente todo aquello que se encuentra fuera de los límites de lo que se puede conocer de manera empírica.
Realidad
Así, su visión de la realidad tiende a ser materialista y mecanicista, lo que frecuentemente se ha simbolizado mediante la conceptualización del universo como un mecanismo de relojería. Max Weber llamó a esto “el universo desencantado”, donde la vida se concibe como el resultado de procesos evolutivos, biofísicos y aleatorios y se rechaza la existencia de un poder superior o divinidad. La naturaleza ya no se concibe como algo con espíritu o inteligencia, ni como un orden mayor al que debemos adaptarnos. En cambio, es un objeto que los humanos pueden usar, explotar y mejorar para sus propios fines.
Identidad y valores
Los modernos a menudo encuentran una fuente de sentido y autoestima en su independencia, éxito y estatus social. Sobreviven y triunfan al competir por poder social; por ejemplo, al obtener dinero y prestigio. Hay un gran énfasis en los logros y placeres materiales. Los valores individualistas y hedonistas, como la libertad, la iniciativa, el desempeño, el reconocimiento social, el poder, la comodidad material y la diversión, suelen ser dominantes.
Sociedad
Si bien la ciencia ha sido una fuerza increíblemente poderosa, también ha resultado en una cosmovisión objetificadora, para la que lo que no podemos medir u observar empíricamente no existe. Esto da como resultado una tendencia a descartar aquello que es subjetivo (es decir, nuestra experiencia interna). El ver a la naturaleza como un objeto allanó el camino para la explotación y destrucción ambiental a gran escala. El énfasis de esta cosmovisión en la satisfacción material se ha convertido en consumismo y en un capitalismo feroz y competitivo. Si bien los problemas del mundo moderno son muchos, también ha traído un inmenso progreso científico, tecnológico, social y económico sin el cual la mayoría de la gente ya no querría vivir.
En esta imagen, el estilo estandarizado y funcional de la arquitectura, las fábricas de humo, los aviones y las corporaciones globales (de comida rápida) simbolizan la cosmovisión moderna. El científico químico representa la naturaleza científico-racional de esta cosmovisión. El valor y el sentido de la vida generalmente se encuentran en el ámbito material, simbolizado por el hombre de negocios y la bolsa de dinero que éste sostiene.
¿Quieres aprender más sobre las otras visiones del mundo? Puedes leer acerca de la cosmovisión tradicional, la cosmovisión posmoderna y la cosmovisión integradora.
Conoce más sobre la investigación en la que se desarrolló la prueba de cosmovisión aquí.